¿Cómo enseñar una coreografía a los niños pequeños?
Enseñar una coreografía a niños es más fácil de lo que pueda parecer, ya que los pequeños tienen una gran capacidad de retentiva, y un impulso natural por seguir el ritmo. Seguro que te has fijado que la mayoría de los bebés responden de manera innata a la música, agitando el cuerpo o moviendo los pies y las manos. ¡Lo llevamos dentro! Sin embargo, esto se puede ir perdiendo a medida que crecemos y socializamos, y desarrollamos timidez o temores, y es una pena.
Enseñar una coreografía a niños
Bailar es una de las actividades más saludables, física y psicológicamente, tanto para niños como para adultos, así que merece la pena ayudar a los pequeños de la casa a que se animen a bailar. Estas son algunas cosas que podemos hacer.
Escuchar música en casa
Lamentablemente son muchas las personas que descubren la música por su cuenta al llegar a la adolescencia, a pesar de que tiene innumerables beneficios para el desarrollo de bebés y niños. No es casual que muchos juguetes infantiles incluyan melodías como estímulo. Por eso, es una excelente costumbre que las familias adquieran el hábito de escuchar música, mucho mejor si se les da la oportunidad a diferentes estilos. Así, los niños empezarán tempranamente a educar su oído y a la hora de aprender a bailar, estarán más familiarizados con los diferentes ritmos.
Enseñar al niño a controlar su cuerpo
Antes de enseñar una coreografía a niños, hay que ayudarles a destensar su cuerpo, algo muy frecuente en las clases de baile infantiles, en las que los pequeños están inquietos, sobreexcitados o agarrotados. El profesor de baile les guiará para que aprendan a sentir la música en todo su cuerpo, pero en casa también se puede hacer parte de este trabajo. Para que resulte más sencillo, es muy positivo animar a los niños a bailar en el entorno familiar, donde se sienten más seguros y relajados, y donde de forma natura y espontánea pueden expresar emociones moviéndose al ritmo de la música.
Enseña a tu peque a controlar si cuerpo
Uno de los principales problemas cuando se da una clase de baile es que ciertos pequeños están inquietos o agarrotados. Y el papel del profesor de baile es destensar sus extremidades y enseñarles a sentir la música en el cuerpo. El papel de los papás y mamás en casa es el de animarles a bailar en un entorno familiar, donde puedan desarrollar su confianza en sí mismos y controlar y expresar sus emociones mediante movimientos al ritmo de la música.
Bailar siempre que se pueda
Bailar en casa con frecuencia es una gran idea, sobre todo si lo vinculamos a los buenos momentos. Un consejo muy útil y muy bonito, es acostumbrar a los pequeños a manifestar su alegría bailando, moviéndose… en definitiva, a través de su cuerpo. También los adultos podemos celebrar nuestros logros en familia de esta forma tan divertida, y así, además de ayudar a niño a vencer su timidez, cargaremos la danza con emociones positivas.
Crear coreografías que combinen distintos estilos de baile
A los niños les encanta el eclecticismo, porque sus mentes son tan inquietas como sus cuerpos, así que lo mejor es elaborar coreografías donde haya muchos cambios de ritmo y pasos propios de diferentes estilos. Esto les obligará a mantenerse concentrados y atentos, y a la vez les ayudará a saber con qué tipo de baile se sienten más identificados.
Pedirle que te enseñe lo que ha aprendido
Si finalmente hemos dado el paso y hemos matriculado a nuestro peque en una escuela de danza, es importante que los adultos de la familia sigan implicados en el proceso. Para ayudarles a que aprendan mucho mejor los pasos y asimilen los conceptos, no hay nada mejor que pedirles que nos enseñen lo que han aprendido en clase. Incluso podemos practicar la coreografía con ellos.
Estos son algunos trucos para enseñar una coreografía a niños, pero si quieres dar un paso más allá, anímate a pasarte por nuestra escuela de baile. Tenemos clases para todos los niveles y edades. Contáctanos para ampliar información.