Pina Bausch, pionera de la danza-teatro
Si ya habíamos hablado de las pioneras de la danza moderna, conozcamos hoy a Pina Bausch; pionera de la danza-teatro.
La coreógrafa alemana nació en Solingen un 27 de Julio de 1940 y murió en Wuppertal el 30 de Junio de 2009. Se inició en la danza en su ciudad natal, muy cerca de Dusseldorf; y sus padres al ver las buenas condiciones físicas que presentaba para la danza la enviaron Essen. Allí estudió en la prestigiosa escuela Folkwang Schule con el maestro Kurt Joos, el padre del expresionismo alemán.
Tras graduarse a los 19 años, consiguió una beca para irse a Nueva York y profundizar en sus estudios en la Julliard School. Tuvo como profesores a Anthony Tudor, José Limón, Alfredo Corvino y Paul Taylor. En esta época también tuvo la oportunidad de bailar sobre las tablas del Metropolitan Opera Ballet.
De vuelta en Alemania, debuta como bailarina para la compañía recientemente creada por su maestro Kurt Joos. Posteriormente trabajaría como su asistente coreográfico y en 1968 dirigiría su primera pieza, “Fragments”; con música de Béla Bartók.
A los pocos años, en 1972; le ofrecen la dirección del ballet de la ópera de Wuppertal. Ella rebautiza el nombre de la compañía como Tanztheater Wuppertal Pina Bausch y empieza a asentar las bases de la danza-teatro. Parte de la tradición de la danza expresionista alemana. Son obras sin narrativa convencional con las que busca explorar y expresar las angustias humanas y las relaciones personales. Une diferentes lenguajes escénicos, como la danza, el teatro y la ópera. Trabaja muy estrechamente con las diferentes personalidades de sus intérpretes vinculándolos en los procesos creativos.
Muchas de sus obras están asociadas a un lugar geográfico concreto. Toda la compañía se instalaban en una ciudad del mundo diferente para cada creación. Buscaban absorber tradiciones, cotidianidades y experiencias que inspirasen la obra a desarrollar. En la última hornada de bailarines que trabajaron con ellos estaba el catalán Pau Arán; de vuelta a la ciudad de Barcelona y con una prometedora carrera en solitario.
La Consagración de la Primavera.
Esta es quizás una de sus piezas más emblemáticas. Pina Bausch estrenó su propia versión de la obra de Stravinsky en 1975. Un escenario cubierto de tierra húmeda y vestuarios ligero conforman una propuesta plástica muy conmovedora a la hora de retratar el sufrimiento de la mujer en las relaciones con los hombres.
Wim Wenders.
Justo antes de su muerte, empezó una colaboración con el cineasta alemán. Juntos exploraban las posibilidades que podrían aportar la tecnología 3D a la unión de video y danza. Al fallecer antes de finalizar el rodaje, esta película, “Pina”; se convirtió en un hermoso homenaje por parte del director y los intérpretes de la compañía.
Dimitris Papaionau.
La Tanztheater Wuppertal ha invitado a diferentes coreógrafos para crear piezas en homenaje a Pina Bausch. Las más significativa es sin duda “New Piece 1: Since She”; estrenada en 2018 y dirigida por el griego Dimitris Papaionau. Una obra de 80 minutos para 17 intérpretes cuya belleza plástica cautiva desde el primer momento.
«Bailad, bailad; si no estaremos perdidos». Pina Bausch.
