¿Cómo enseñar coreografías a los más pequeños?

Enseñar coreografías a los más pequeños es todo un reto, ya que su forma de aprender y su capacidad de atención son diferentes. El baile es una actividad muy gratificante y además de resultar una actividad física importante para personas en desarrollo, también puede ayudarles a desinhibirse y a ganar autoconfianza. No hace falta que tengan una predisposición especial para apuntarles a una escuela de danza. Puede que poco a poco vayan descubriendo un hobby y a la vez aprenderán a seguir un ritmo, a tener mejor coordinación y a socializar.

Las clases de baile infantiles están pensadas para pequeños de todas las características, desde los más inquietos hasta los más tímidos. Aprender coreografías también es un gran estímulo para su memoria, para la disciplina y el trabajo en equipo, aptitudes que les servirán el resto de su vida.

Para enseñar coreografías a niños y niñas, conviene tener presentes los siguientes aspectos.

Calentamiento adaptado

Antes de comenzar con la clase y o la sesión propiamente dicha, es muy conveniente hacer un calentamiento con ejercicios especializados para niños y niñas de unos 10 minutos. Así, sus músculos estarán preparados para los diferentes movimientos de la coreografía, y su ánimo también se irá adecuando a la actividad. Además, durante esos minutos, empezarán a concentrarse en su profesor de baile y a ser conscientes de su cuerpo, dos cosas esenciales para empezar a bailar.

Hacer algunos juegos previos

En los primeros días, cuando todavía no hay confianza entre compañeros, es buena idea proponer algún juego para que todos los participantes pierdan un poco la timidez. Pueden ser juegos de estiramiento, individuales, en grupo, con pelotas, dependiendo del número del grupo y de las diferentes personalidades. El objetivo es que ganen confianza y se sientan integrados y motivados para el resto de la clase.

Estructurar la clase de baile

Con el ánimo preparado para bailar, es el momento de que los pequeños bailarines empiecen a trabajar movimientos específicos. De ahí se pasará al aprendizaje de las diferentes secuencias y los pasos de baile que compondrán la coreografía. Los bailes se aprenden por imitación y repetición, sin embargo, los niños no pueden estar demasiado tiempo repitiendo lo mismo. Así que lo mejor es tener paciencia, ensayar lo justo para que no se aburran y mejorar poco cada día.

Enseñar coreografías divertidas

No hay por qué destinar la clase entera a aprender la coreografía. De hecho, no es recomendable, ya que los niños suelen aburrirse rápido, sobre todo los más pequeños. Por lo tanto, todo debe ser muy dinámico y muy enfocado a la diversión. Hay que ir intercalando otras actividades, relacionadas con la música y el baile. Por ejemplo, un rato para el baile libre, otro para inventar coreografías en grupo, etc. Así, cada uno desarrolla su propio estilo y a la vez estimula su imaginación.

Coreografías variadas

Las coreografías que combinan diferentes canciones y estilos, son una buena idea para acertar. A todos les gustan y consigue que los pequeños aprendices se impliquen más. Por otra parte, los cambios de ritmo les obligan a mantener la atención y como se suelen identificar más con su parte favorita, están mucho más pendientes durante todo el rato.

Estos son algunos trucos para enseñar coreografías a los alumnos más jóvenes. En Dance Emotion tenemos clases de baile muy variadas para niños de diferentes edades. Pregúntanos para más información.