¿Es bueno cambiar de pareja en el baile?
Algunos alumnos se resisten a cambiar de pareja en el baile. Acuden a clase en pareja para aprender bailes de salón o cualquier otra disciplina y entienden que tienen que practicar y bailar juntos. Aquí hay dos puntualizaciones importantes que hay que recalcar.
No hace falta tener pareja para aprender a bailar
Por un lado, no es necesario venir a una escuela de baile con la pareja “de casa”. Si te apetece aprender a bailar salsa o tango, puedes matricularte por tu sin tener que convencer a nadie. Muchas personas se quedan con las ganas porque no tienen una pareja que les acompañe a clase, cuando no es en absoluto necesario, como vamos a ver. Por otra parte, cualquier profesor o profesora de baile, va a recomendar a los alumnos que se practique con diferentes parejas. Lo que significa que las parejas que se hayan inscrito juntas, van a tener que rotar durante las clases.
Cambiar de pareja en el baile no solo es bueno, sino que es la mejor forma de aprender a bailar bien. Además, es una forma de favorecer que todo lo aprendido se asimile más rápidamente. De hecho, las parejas que solo bailan entre ellos, tardan más en aprender y cuando cometen errores es más fácil que se conviertan en “vicios” y se queden anclados. Puede ocurrir, por ejemplo, que durante una clase, el profesor o profesora enseñe unos pasos nuevos, una figura o una técnica nueva y a la hora de ponerlo en práctica lo hagamos mal, sin ser conscientes de ello. Es algo muy frecuente, ya que hay fallos que a lo mejor los profes tardan un poco en detectar.
Cambiar de pareja en el baile es la mejor forma de aprender
Si practicamos siempre con la misma persona, la pareja se acostumbrará a ese error o paso incorrecto, y se adaptará a él asimilándolo como si fuese parte de la técnica que se está aprendiendo. Imaginemos que después esta pareja practica en casa y ese error se va integrando.En la siguiente clase, tocará desaprender para aprender de nuevo la técnica bien depurada. Sin embargo, si se cambia de pareja, es más fácil detectar los fallos y la oportunidad de corregirlos se presenta mucho más rápido.
Esto se puede aplicar fuera de la academia. En las convenciones y los clubs también es muy positivo cambiar de pareja de baile. Sirve para adquirir nuevas habilidades más rápidamente y desarrollar una mayor capacidad de improvisación y adaptación a los diferentes ritmos. Ir cambiando de pareja ayuda al hombre, que es el que lleva, a descubrir que cada chica baila diferente. Así aprenderá a adaptar su nivel y sus pasos a la pareja para poder llevarla bien. Por otro lado, la mujer, si baila siempre con la misma pareja, termina aprendiéndose todo el repertorio y al final se automatiza. Al final se hacen las figuras sin que el hombre las llegue a marcar bien, y el baile se automatiza un poco, pierde espontaneidad y frescura. Muchas parejas se creen que bailan bien, pero al cambiar, descubren que no entienden las indicaciones del otro y que no son capaces de adaptarse.
Cuando se baila siempre con la misma persona, se tiende a repetir los mismos pasos y al final se hace aburrido. Lo divertido del baile es que sea un aprendizaje constante, descubrir nuevos recursos y que haya siempre un pequeño reto que alcanzar.
Por lo tanto, cambiar de pareja de baile no solo es bueno, sino que es lo recomendable. Ya sabes, si quieres aprender a bailar, no te lo pienses más, pásate por nuestra escuela y comienza a disfrutar cuanto antes.