Cómo puede cambiar tu cuerpo con el baile
¿Sabes cómo puede cambiar tu cuerpo con el baile? Los bailarines destacan por estar en forma, tener un cuerpo flexible y una postura excelente. Ciertamente, el baile es tipo de entrenamiento físico que aporta un montón de beneficios para la salud que se notan por dentro y por fuera.
Cambiar tu cuerpo con el baile
Además de trabajar los distintos grupos musculares, también ejercita la fuerza y la flexibilidad y favorece una mejor coordinación. La danza de estilos modernos y más enfocada a lo aeróbico, se centran más en la coordinación. Otros tipos de baile como puede ser el ballet, ejercitan más la forma. Al ser el baile una forma de expresión y generar sensaciones de felicidad, también es terapéutica a nivel psicológico.
Pero, ¿qué cambios se perciben en el cuerpo de una persona que baila de forma frecuente? A continuación te contamos los beneficios que puedes notar.
Control de peso
El baile es un ejercicio vigoroso y aeróbico, y esto significa que la respiración y el ritmo cardiaco se aceleran. Cuando se realiza de forma regular, puedes lograr perder peso tanto como haciendo otro tipo de ejercicio aeróbico. Pero además, pasándolo bien y aprendiendo una forma de expresión artística. Se sabe además que practicando ballet se quema una mayor cantidad de calorías que con cualquier otro estilo. Una bailarina que pese unos 65kg podría perder hasta 432 cal en una hora de ballet. Pero tampoco están mal los bailes de salón o los de discoteca ya que, entregándote al ritmo de la música con ganas, puedes quemar unas 396 calorías en una hora. Pero incluso un vals y otros bailes lentos hacen que tu cuerpo consuma calorías, en este caso, alrededor de 216 cal. Puedes cambiar tu cuerpo con el baile pero además, mejorarás tu salud.
Equilibrio y coordinación
El baile en cualquier forma y estilo contribuye a mejorar la coodinación y el equilibrio. También es cierto que unos estilos más que otros. El tango argentino, por ejemplo, se caracteriza por los pasos largos, los giros del torso y las sucesivas vueltas. Esto exige que el centro tenga que estar muy estable y bien equilibrado para que los bailarines no pierdan el paso mientras giran. Otros bailes de salón se basan también en gran parte, en la coordinación. Los bailarines deben estar en sintonía con su pareja para poder desempeñar un buen trabajo.
Postura
La danza contribuye de forma notable a ejercitar los músculos y los tejidos involucrados con la postura. En especial, todos los grupos musculares situados alrededor de la columna y que son los que definen la buena postura. Cuando estos músculos no están bien tonificados, tendrán que forzarse durante el baile. Esto provocará que el cansancio se presente mucho antes y al final terminarás encorvándote por la dificultad de mantener la postura. Gracias a la danza, los músculos del abdomen y del torso en general, se ejercitan y se tonifican. También la zona posterior del cuerpo y toda esta musculatura de la espalda que conseguirá que tu postura sea la de un bailarín.
Musculatura tonificada
Bailar de forma frecuente es un ejercicio increíble para los músculos de los glúteos y las piernas. Pero también se trabaja mucho la zona de las caderas, el abdomen y la parte baja de la espalda. Según el estilo también se tonifican mucho los brazos y el torso. Cuanto más vayas tonificando la musculatura de tu cuerpo, notarás que aumenta tu flexibilidad. Tu resistencia aumentará y no te volverá a doler la espalda.
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