Cesc Gelabert, pionero de la danza contemporánea en Barcelona
El coreógrafo español, con compañía estable desde 1985 y una larga trayectoria; es considerado uno de los pioneros en la danza contemporánea en Barcelona.
Cesc Gelabert nace en 1953 en Barcelona. En el año 1969 empieza a tomar clases en el estudio de Anna Maleras, la responsable de introducir nuevos estilos de danza en Cataluña. Recibe clases de jazz y contemporáneo y rápidamente se inicia en la creación de sus primeras coreografías. No pierde su afición por el fútbol pero si abandona sus estudios de Arquitectura en la Universidad Politécnica de Barcelona para dedicarse por completo a la danza.
Surgen las primeras colaboraciones y realiza viajes para continuar formándose. Por ejemplo, en Londres conoce a Mat Mattox y en Nueva York se instalará durante dos años, presentando la pieza “My old corduroy suite” en el teatro Kitchen recibiendo una buena respuesta por parte del público neoyorquino.
En 1980 regresa a Barcelona y cinco años más tarde, junto a la bailarina Lydia Azzopardi fundan la compañía “Gelabert-Azzopardi”. Primero se establecen en “La Fábrica”, importante centro de creación en Barcelona y años más tarde serían compañía asociada y posteriormente compañía residente en el Teatre Lliure hasta el año 2012.
En los años 1987 y 1988 crea dos de las piezas fundamentales en la historia de la danza en España, “Requiem (Verdi)” y “Belmonte”. En la segunda obra colabora con Carles Santos en la música y Frederic Amat en vestuario y escenografía. Empiezan innumerables giras dentro y fuera de la península.
Hasta el día de hoy no ha parado de crear obras, colaborar con otros artistas y presentarse en los más importantes festivales internacionales. Es reconocido como un importante solista, formato que explora desde los inicios de su carrera; pero este aspecto no resta importancia al desarrollo como coreógrafo en las piezas grupales con todo el elenco de la compañía.
Desarrolla un estilo muy personal donde la técnica es depurada y la forma del vocabulario coreográfico cobra vital importancia expresiva. El uso de los brazos es sin duda su sello más característico. Investiga la autenticidad del movimiento y su repertorio abarca gran diversidad de temáticas.
En 2018 es invitado por Mihail Baryshnikov a desarrollar un nuevo proyecto coreográfico en su sede en Nueva York. Es la segunda vez que recibe la llamada del conocido bailarín ruso pero esta vez no crea una pieza para la compañía. Esta vez propone crear uno de sus solos tan personales. Cuenta con la música en directo de Morton Feldman interpretada al piano por Pedja Muzivejic y escenografía e iluminación de Burke Brown. De esta manera estrena “Framing Time”, coreografía íntima y depurada en la que continua investigando entre la relación de cuerpo, mente y emoción proponiendo un vocabulario coreográfico sincero e introspectivo.
La compañía continúa en activo y además tienen una gran presencia en proyectos educativos y de transformación social en los que la danza es la principal herramienta. Sin lugar a dudas, Gelabert-Azzopardi han hecho y continuan en ello, una gran labor por la difusión de la danza contemporánea.