Características del baile contemporáneo
El baile contemporáneo es el resultado de muchas fusiones. El paso del tiempo, con sus cambios históricos y sociales, unido al desarrollo industrial, comercial y la facilidad para la conexión entre países, ha permitido que el intercambio de culturas sea mucho más fluido. Esto significa que muchos aspectos se han ido fusionando, dando lugar a nuevas creaciones. Además, la modernidad tiende a desechar la rigidez de los elementos más clásicos, con el propósito de permitir una búsqueda más amplia de nuevas formas de expresión. Dentro de todos estos cambios se incluye el baile contemporáneo, que surge para romper con la disciplina y los estándares establecidos y dar mayor protagonismo a la capacidad creativa de las personas poniendo a su disposición recursos ilimitados.
Orígenes e historia
El baile contemporáneo se creó en la última década del siglo XIX, y apareció como una propuesta alternativa al ballet clásico. En esos años, muchos bailarines profesionales empezaron a bailar descalzos. En sus actuaciones, los movimientos eran mucho menos técnicos, libres de la disciplina clásica. Desaparecieron la intención de realizar pasos, saltos o giros perfectos. Este nuevo modo de hacer las cosas fue ganando adeptos y evolucionando en su forma de interpretarse. Las técnicas que en un principio se inspiraban en el ballet fueron difuminándose y mezclándose con nuevos movimientos, esta vez tomados de estilos tan dispares como el flamenco o las danzas tribales. Incluso se aprecian posiciones y movimientos inspirados en técnicas como el yoga. En el siglo XIX las danzas africanas o de países colonizados de Asia o la Polinesia estaban prohibidas. Se calificaban como impropias por considerarse muy provocativas. Sin embargo, después de la Primera Guerra Mundial, estas danzas exóticas empezaron a mezclarse con el baile contemporáneo.
Este estilo de baile, como decíamos, trasciende la técnica porque busca quebrantar la norma, traspasar los límites, ofrecer algo nuevo, sorprendente y original; en definitiva, reescribir la danza desde una perspectiva totalmente nueva. Esto no solo afecta a los movimientos y las coreografías, también se tiende a proponer una escenografía más diversa, con preferencia por ambientes no convencionales. Actualmente se recurre a la tecnología como un recurso con infinitas posibilidades para modificar lo antiguo o lo tradicional en algo diferente, buscando en muchos casos escenarios llenos de mensajes metafóricos, con significados artísticos.
Diferencias entre el baile contemporáneo y la danza clásica
La danza clásica cuenta historias, las piezas son una especie de cuento interpretado mediante el baile. En el baile contemporáneo no tiene por qué ser ese el objetivo. A veces la intención es puramente estética, o puede representarse un concepto, una emoción o crear un ambiente que genere sensaciones en el espectador. Por otra parte, la danza clásica persigue la perfección, de ahí su extrema disciplina. Busca la belleza, la estructura ideal, lo paradisíaco. La contemporánea, por el contrario, es terrenal, dionisiaca, libre y transgresora. La prioridad es siempre la emoción y no hay una coreografía establecida, sino que el propio bailarín establece su danza, su vestuario y su escenario. Cada persona puede crear su propio código. Al ser un estilo de baile libre, permite que cada uno de rienda suelta a su propio lenguaje y su manera única de expresión corporal. Otra diferencia importante es que, al no requerir una técnica compleja, los bailarines no precisan de unas capacidades físicas especiales. Lo único imprescindible es desarrollar la capacidad de dejarse llevar y desnudar el alma en el escenario.
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