Los beneficios que aporta la danza clásica para los niños
La práctica de la danza clásica aporta numerosos beneficios a los niños. Tanto en su desarrollo físico como en el emocional. No importa si los que lo practican son niños o niñas. Y prácticamente desde que comienzan a asistir al colegio y entran en educación infantil pueden comenzar a bailar.
Así, desde los 3 o 4 años ya pueden comenzar a aprender los rudimentos de la danza clásica, y a interiorizar sus principales pasos y movimientos. Y a beneficiarse también de sus beneficios. Para empezar, los pequeños adquirirán hábitos y se acostumbrarán a esforzarse. Además, la danza incidirá en su crecimiento. Sus músculos se desarrollarán con más facilidad, y su columna vertebral también tendrá un desarrollo más favorable, y sufrirá menos desviaciones. Pero estos son sólo algunos de los beneficios que aporta la danza clásica a los niños.
La danza clásica para los niños: beneficios para el organismo
Los diferentes pasos de la danza clásica ayudan a corregir las malas posturas en los niños. También evitan que adopten vicios al caminar. La danza también estimula la quema de calorías. Por lo tanto, contribuye a que los niños eliminen grasas y evita la obesidad infantil. La práctica continuada de la danza también les ayuda a ganar elasticidad, lo que de cara al futuro facilitará sus clases de educación física. Sus movimientos también serán más ágiles.
Además, la danza clásica para los niños permite que los pequeños vayan poco a poco mejorando su coordinación de movimientos. También tendrán mejor equilibrio, y reflejos más rápidos. Y su salud, en general, será mejor. La práctica de la danza clásica también aporta beneficios al sistema circulatorio, ya que favorece la circulación. Y también tiene incidencia en la respiración, ya que la práctica del baile aumenta la capacidad pulmonar.
Bailar danza clásica puede incluso contribuir a mejorar o corregir algunas dolencias que tengan los niños. Por ejemplo, los pies planos. La posición que tienen que adoptar los pies en clase es sobre todo arqueada. Por lo tanto, puede incidir en que el arco plantar se vuelva más pronunciado.
Qué aporta la danza clásica al desarrollo mental de los niños
Además de adquirir una rutina, los pequeños que practican la danza clásica también se acostumbran al trabajo duro, y se acostumbran a la disciplina. Pero también desarrollarán el oído, puesto que para bailar tienen que hacerlo al ritmo de la música. Y tienen que estar atentos a ella para saber cuándo han de realizar un movimiento u otro.
Los pequeños también mejorarán en cuanto a expresión corporal. Además, el hecho de tener que recordar pasos y coreografías hará que su memoria sea más eficaz y esté más desarrollada. Por otra parte, desarrolla su sensibilidad y les permite expresar mejor sus sentimientos. Y también les relaja, puesto que bailar libera adrenalina.
Como consecuencia, los pequeños también tendrán menos niveles de ansiedad y estrés. Y confiarán más en si mismos. En cuanto a los niños más tímidos, pueden encontrar una ayuda en la danza clásica para deshacerse de su timidez, porque favorece su socialización con otros pequeños de edades parecidas.