Aprender a bailar swing para ser más feliz
Aprender a bailar swing puede ser una de las mejores terapias para incrementar el nivel de felicidad vital. El swing es un estilo de baile que se ejecuta con la música del mismo nombre. Se originó en el sur de los Estados Unidos en los locos años 20, más específicamente en las zonas de Nueva York, Chicago y Nueva Orleans. Fue la comunidad afroamericana de esas regiones quien empezó a bailar swing, acompañándolo con una fusión de estilos de música contemporánea, como el ragtime o el jazz. Los pasos de baile eran una síntesis entre los ritmos africanos y el charlestón. Al resultado se le llamó Lindy Hop, que a su vez tiene distintos subestilos como el Jitterbug, el Balboa, el Ballroon Jive o el West Coast Swing.
Los locos años 2o o cómo olvidarse de la guerra
El Lindy Hop surgió en un periodo entreguerras en el que la gente necesita desconectar de la difícil situación política, económica y social. La gente buscaba con ansia la diversión, la euforia del baile y la fraternidad que inspira y a la vez llenarse de energía positiva. De ello se deriva su técnica en la que hay una total libertad de movimientos y cuya única regla es conectar con la pareja y sonreír. Así pues ya desde sus inicios aprender a bailar swing era una forma de terapia que ayudaba a la gente a olvidar sus dificultades.
El Lindy Hop atrapa y se convierte en una forma de vida. La gente que se anima a aprender a bailar swing se engancha rápidamente al ritmo pegadizo de su música y la diversión y el buen rollo que transmite. Incluso por su look años 20. El sonido y los ambientes alegres en los que se baila este estilo, hace que quien lo practica se sienta genial.
Aprender a bailar swing para ser más feliz
Un estudio realizado por la Arizona Lindy Hop Society afirma que el Lindy mejora la percepción del entorno, ayuda a desarrollar herramientas sociales y aumenta la autoestima. Además de ser un ejercicio físico estupendo. Por ese motivo proponían que en los colegios se practicasen bailes de swing. En los últimos 15 años se han abierto más de una veintena de escuelas en las que se imparten clases de swing con más de 3000 enamorados de este maravilloso ritmo.
El fenómeno se introdujo en España a finales de la década de los 90 gracias de Lluis Vila, quien fue el primero profesor de baile que fundó un centro en Barcelona. Trajo bailarines profesionales estadounidenses para impartir clases y muchos de los profesores actuales de swing fueron alumnos de esta escuela. El Lindy Hop tuvo una acogida muy rápida por las características tan positivas que hemos mencionado. Además de ser divertido, te proporciona mucha flexibilidad y resistencia. Te permite conocer gente en un ambiente de alegría y estimula comportamientos tan importantes como la empatía y la fraternidad.
Si te encanta el swing, su estética, su espíritu y la energía alegre de su música, contacta con nosotros y aprende la técnica para aprender a bailar swing y disfrutarlo mucho más.
Me encanta este artículo, porque es exactamente lo que experimenté yo al empezar a bailar lindy hop. Me pillais lejos de Alicante, pero si me preguntan de alguna escuela de por allí, os recomendaré.
Un saludo!!