Zapatillas de ballet sin racismo, más allá del tradicional color rosa

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200 años han tenido que pasar para que se empiecen a fabricar zapatillas de punta más allá del tradicional color rosa.

En otro artículo ya hablábamos del racismo interno en el mundo del ballet y las grandes compañías. Pero hay otro elementos que quizás, no sea tan visible. Tradicionalmente, las medias y las zapatillas de ballet siempre han sido de color rosa muy pálido. El objetivo, intentar tener una tonalidad muy cercana a la piel y no romper las líneas. ¿Todas las pieles? No. Solamente algunas.

Ingrid Silva, bailarina brasileña de de la compañía Dance Theater of Harlem; calcula que se gasta 600 dólares al año en maquillaje para teñir sus zapatillas de punta y conseguir un color mucho más cercano a su tono de piel. Incluso ha colgado tutoriales en youtube de como hacerlo.

En 2018, la marca Freed of London; y tras meses de colaboración con la compañía londinense Ballet Black, por fin lanza zapatillas de punta en dos nuevos colores, “Ballet Bronce” y “Ballet Brown”. 200 años han pasado hasta que se ha visto a qué punto llegaba la injusticia y se necesitaba poner solución. Una solución tan simple como añadir colores a la gama de fabricación.

Cira Robinson, una de las bailarinas de “Ballet Black” dice, “los tiempos están cambiando y el mundo del ballet también debe adaptarse a todos”. Su compañera Marie Astrid afirma que “tienes la sensación de formar parte de la industria de la danza porque tu color de piel también está ahí”.

Ballet Black es una compañía afincada en Londres y fundada en 2001 con la intención de celebrar la diversidad en el mundo del ballet, favoreciendo la inclusión de intérpretes negros y asiáticos. La agrupación está liderada por Cassa Pancho. Descendiente de familia trinitense y británica, estudia en la prestigiosa Royal Academy of Dance y posteriormente se gradúa en la Durham University.

Como compañía han recibido numerosos premios y reconocimientos, tanto por su labor artística como por su labor social. Su empeño en acabar con el racismo en el mundo del ballet en concreto y en la sociedad en general ha calado hondo en la escena londinense.

Cuentan con un variado repertorio, invitando a artistas a crear para la compañía como Mthuthuzeli November, Anabelle Ochoa o Arthur Pita entre otros. También se han adentrado en el mundo de la video-danza, con la delicada pieza “Mute” dirigida por Mark Donne y bailada por Cira Robinson.

Además, su labor no acaba aquí. Cuentan también con una escuela para jóvenes desde los ocho años en el West London. Aquí mismo desarrollan otro programa específico para chicas entre los 14 y 16 años de orígenes afro, afrocaribeños y asiáticos donde acelerar y potenciar sus capacidades técnicas y artísticas.

Éste es un gran paso, pero esperamos que un futuro no muy lejano todas las marcas ofrezcan zapatillas de ballet en una gran variedad de tonalidades. Y también, que no haya más discriminación por el color de piel en escuelas y compañías.

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