¿Qué estilos de baile son los más adecuados para las personas mayores?

Bailar es una de las actividades sociales más beneficiosas para las personas mayores. En muchos aspectos. Por un lado, a los que se encuentran solos, practicar distintos estilos de baile les ayuda a socializar y a conocer a oras personas y hacer amistades. Por otro, bailar es un ejercicio físico muy saludable para ellos, lo que les aporta bienestar.

Eso sí, no todos los estilos de baile son recomendables para la tercera edad. Algunos estilos son demasiado intensos para ellos. Otros requieren una determinada condición física que ya no pueden alcanzar. Los achaques no perdonan, y por muy bien que estén, o aunque tengan una flexibilidad y elasticidad notable, no conviene que practiquen por ejemplo hiphop o ballet clásico. Otros estilos más relajados, y pensados para practicar en grupo o en pareja, son más apropiados.

Estilos de baile más adecuados para mayores: bailes de salón

Entre los estilos de baile que resultan más apropiados para las personas más mayores están los denominados bailes de salón. Son muy diferentes entre sí, pero tienen un nexo común. Todos se bailan en pareja con movimientos coordinados al ritmo de la música. Son tipos de baile que permiten realizar ejercicio y socializar, pero también divertirse y pasar un buen rato practicándolos. Y basta una hora de práctica de bailes de salón cada tres o cuatro días para empezar a notar sus beneficios.

Muchos de ellos, como el mambo, el bolero o el chachachá, provienen de América Latina. Estos tres que acabamos de mencionar tienen su origen en Cuba. Otros, como la samba, vienen de Brasil, o de Argentina, como el tango. También la República Dominicana aporta la bachata a los bailes de salón. También los hay que provienen de Estados Unidos, como el swing y el rock and roll, o de Europa, como el vals. España también aporta un estilo de baile muy popular entre las personas mayores: el pasodoble.

Todos ellos tienen diferencias en cuanto a la rapidez de la música, los pasos que hay que ejecutar o las partes del cuerpo que hay que mover. También de cómo hay que interactuar con la pareja. Por tanto, hay mucha variedad para que las personas mayores que quieran practicarlos escojan los que más les gustan. Eso sí, en general les resultarán más adecuados, dentro de los bailes de salón, los tipos de baile que sean más sencillos. También los menos arriesgados de cara a las caídas. Por ejemplo, el tango, la salsa o el mambo.

Beneficios del baile en la tercera edad

Además de, como hemos visto, favorecer la socialización, el baile tiene otras ventajas para las personas mayores que lo practican. Por ejemplo, mejora el ánimo y favorece el buen estado físico. Así, además de mejorar la coordinación de movimientos y la agilidad, potencia la memoria. También ayuda a relajarse, liberar la mente y reducir el estrés.

Por otro lado, acaba con muchos problemas que acarrea una vida sedentaria. Contribuye a la quema de grasas y calorías, lo que es bueno para mantener la línea y evitar la obesidad. También para reducir los niveles de colesterol. Por tanto, bailar es uno de los sistemas más eficaces para que la tercera edad no solo pase un buen rato y socialice. También para mejorar su salud.