“El Bailarín”. Una película sobre Rudolf Nureyev
Rudolf Nureyev, la gran estrella del ballet; es uno de los personajes fundamentales en la historia contemporánea de la danza. Hoy os hablamos de una película que narra una etapa concreta de su vida, “El Bailarín”.
Fue estrenado en el año 2018 y a día de hoy sigue disponible en varias plataformas digitales de contenido audiovisual. Está dirigida por Ralph Fiennes, es una producción británica y el título original es “The White Crow”, el cuervo blanco.
Rudolf Nureyev está interpretado por el bailarín ucraniano Oleg Ivenko. El mismo Ralph Fiennes encarna al maestro de ballet y el polémico Sergei Polunin también tiene un cameo en la película, es uno de los bailarines de la compañía rusa.
La película se centra en el año 1961. Nureyev forma parte de la Compañía de Ballet del Teatro Kirov. Todo el elenco sale de la Unión Soviética para pasar temporada en París y demostrar todo el talento ruso. Para el bailarín, supone la primera salida de su tierra natal y el descubrimiento de la libertad y otros modos de vida al estilo europeo. El KGB sigue de cerca a toda la compañía vigilando que no rompan los valores tradicionales rusos y que no haya desertores del régimen. Rudolf Nureyev tendrá que tomar una difícil decisión que sin embargo, cambiaría por completo su trayectoria profesional y su vida personal.
En la película podemos ver la férrea disciplina rusa del ballet, la autodeterminación que tenía Nureyev en mejorar cada día como bailarín y su carácter impulsivo y a veces complicado. El film no deja de lado las particularidades políticas y lo diferente que podía ser la vida bajo el régimen soviético comparada con Europa.
También nos muestra muchos aspectos personales e íntimos del bailarín. Se narra su nacimiento en mitad del tren transiberiano mientras su madre viajaba para encontrarse con su padre. Podemos verlos admirar los cuadros del Museo del Louvre y apreciar el interés que él mostraba por todas las artes y también aparecen detalles sobre su vida amorosa y más personal.
Rudolf Nureyev fue una gran estrella del ballet. Sorprendió por su potencia y belleza como intérprete. Tuvo una gran compañera en los escenarios, Margot Fonteyn; y juntos fueron una pareja legendaria en todos los pas de deux de los grandes ballets clásicos.
En su última etapa, trabajó como director de la prestigiosa Ópera de París. Allí revisó algunos de los clásicos como “El lago de los cisnes” y coreografió obras como “Romeo y Julieta”. Buscó darle más importancia a los roles masculinos en los ballets y ayudó al lanzamiento de estrellas como Sylvie Guillem, a la que convirtió en bailarina “etoile” con tan solo 19 años.
Rudolf Nureyev murió a la edad de 55 años en el 1993. La pandemia del SIDA se lo llevó pronto, pero su legado artístico permanece hasta nuestros días y esta película le rinde un sincero homenaje.