Danza contemporánea: tu personalidad a escena
La danza contemporánea, aunque parte de la misma técnica y de movimientos similares a la danza clásica, está hecha para aquellos con una necesidad imperiosa de expresarse. La danza contemporánea es el terreno de las emociones, de los conceptos, del mundo interior que sale a relucir.
Los componentes de la danza contemporánea
Igual que el ballet clásico, la danza contemporánea utiliza el espacio, el color, el movimiento, el ritmo y la expresión. Mediante el uso de todos ellos, los bailarines consiguen transmitir a su público una emoción determinada. Pero no solo eso. Sobre todo, consiguen expresar esa emoción. Por eso la danza contemporánea se utiliza como vehículo para eliminar el bloqueo emocional. Piensa que la música por sí misma ya funciona como un transmisor de emociones. Seguro que recuerdas alguna canción que inmediatamente despierta en ti un sentimiento determinado. Pues añadiendo el compromiso de tu cuerpo a la música adecuada, puedes liberar sentimientos y emociones que permanecían bloqueados.
Pero no todo en la danza moderna es intensidad. Los bailarines de contemporánea también se divierten. Y es que la mayor parte de las emociones son positivas y transmiten energía. La danza contemporánea de hecho, es un método perfecto para recargar las pilas. La vida diaria nos va colocando cada vez más peso sobre los hombros., pero una buena clase de danza moderna puede sacudirse todo equipaje en una sola hora.
Beneficios de la danza contemporánea
Si bien este tipo de danza requiere de aprender a dominar la técnica y los movimientos, también es verdad que permite una libertad mayor que la danza clásica. Además, como el objetivo final es transmitir una emoción, se trata de una disciplina que se encuentra muy cerca del teatro. En danza contemporánea no se trabaja solo el cuerpo, o solo el ritmo o la coordinación. Hacer danza moderna implica aumentar el ejercicio físico, y por tanto significa una mejora en la salud, sí. Pero también permite experimentar con la mímica, con la expresión corporal. Una clase de este tipo de danza es el escenario perfecto para sacar a relucir tu sentido del drama y, si eres una persona tímida, para dejar atrás esa timidez.
Se dice que la danza clásica busca un contacto con lo divino y lo etéreo mientras que la danza contemporánea se relaciona con lo humano, lo terrenal, el placer. Si eres una persona pasional, apasionada y con ganas de experimentar todas tus emociones en el siguiente nivel, te mereces al menos una clase de danza contemporánea. Y si crees que dentro de ti puede haber una persona así pero todavía no la has conocido, también. Lo importante es probarlo todo al menos una vez. Puede que te hagas adicto a la danza contemporánea. Una de las adicciones más positivas con las que puedes encontrarte.