Clases de ballet para niños
¿Sabías que el ballet para niños es increíblemente beneficioso? La palabra ballet viene del francés que, a su vez, lo tomó del italiano balletto, diminutivo de ballo. Significa, obviamente, bailar. Esta disciplina, la del baile coreografiado, se inició en el siglo XVII. Estaba destinado al entretenimiento de la nobleza y las clases altas. Los bailarines iban de corte en corte para ofrecer distinguidos espectáculos de danza. Con el tiempo fue evolucionando hasta dar lugar a los cuatro estilos genéricos: clásico, romántico, moderno y de Diaghilev.
Pero, además de ser un importante arte escénico, es una disciplina que ofrece muchos beneficios para los más pequeños. ¿Quieres saber cuáles?
Beneficios de las clases de ballet para niños
Las ventajas de tomar clases de ballet a una temprana edad repercuten tanto a nivel físico como psicológico. Ayuda a ejercitar el equilibrio, la agilidad, la coordinación y la elasticidad del cuerpo. Es bueno para corregir los malos hábitos posturales y a fortalecer la columna. Esto es sumamente importante para contrarrestar las muchas horas que pasan hoy día sentados nuestros hijos. También se da un mayor desarrollo muscular y se eliminan grasas, tan presentes en nuestras comidas. De igual modo, ayuda a prevenir el sobrepeso y el aumento del colesterol. El sistema respiratorio y la circulación sanguínea se estimulan con el ejercicio de las clases de ballet para niños. Por supuesto, la psicomotricidad de los pequeños que bailan se desarrolla mucho mejor, gracias a lo cual los reflejos y la coordinación del movimiento serán óptimos. Incluso puede ayudar a corregir el defecto del pie plano gracias a las posturas que se adoptan en este tipo de danza.
A nivel psíquico, permite que el niño desarrolle una mejor memoria y un oído más fino, además de adquirir una mayor capacidad de expresión corporal. Al ser el ballet o danza clásica un ejercicio con una serie de normas rígidas, enseñará al niño a ser disciplinado, mental y físicamente. Esto repercute positivamente en la personalidad de los niños, otorgándoles madurez y responsabilidad. El ballet para niños hace que desarrollen mejor su sensibilidad, lo que abre una vía para expresar sentimientos con más libertad. Igual que cualquier tipo de ejercicio físico, libera adrenalina, lo que proporciona bienestar y relajación. Para niños tímidos también puede ser una opción que les ayude a superar esa barrera. Así, aumentará su autoestima y alimentará la confianza en sí mismos.
Ballet para niños y niñas
Aunque poco a poco se va superando, la sociedad todavía está presa del estereotipo que relaciona el ballet con lo femenino. Esto se debe a que asumimos que los niños han de tener preferencia por deportes de fuerza, movimientos bruscos, competición y cierta agresividad. Y el ballet es todo lo contrario: delicadeza, suavidad y cooperación. Es una pena que se cohíban los gustos particulares de un niño por culpa de unos estereotipos de género totalmente impuestos. Por suerte, los niños, a una edad temprana, aún están libres de prejuicios, por lo que los tres o cuatro años sería la edad idónea para inscribirles en clases de ballet. Así, el niño habrá ganado confianza y, junto con la educación y valores que le inculque su familia, estará blindado contra toda crítica y preparado para hacer lo que le guste por encima de todo.
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