La seducción en el tango
El tango es un tipo de baile que se caracteriza por la proximidad sensual de los cuerpos. Se juega con un acercamiento físico y emocional en que el los miembros de la pareja tienen un papel de seducción. Hay personas que se sienten atraídas por la técnica y la complejidad del tango y la milonga. Pero otras muchas buscan precisamente la sensualidad de este juego con su partenaire. La seducción en el tango, y también en la vida, es un fenómeno complejo que depende de la combinación de múltiples factores. Estos son algunos puntos cruciales:
- La seguridad y la confianza que se transmite
- La conexión entre ambas personas
- La apariencia estética
- La presencia y saber estar
- La capacidad para expresar el deseo
La seducción en el tango es algo que se va desarrollando, a medida que se aprende el baile hasta dejarse envolver por la música y su sentimiento. Sin embargo hay algunos errores que suelen cometer y sobre los que conviene trabajar desde un principio.
No darle suficiente importancia a la presencia
No es un secreto que las personas que tienen mejor presencia, consiguen llamar más la atención. Cuando hablamos de la presencia, no nos referimos solamente a la apariencia puramente estética de alguien. La presencia es algo que va más allá, relacionado con la forma en que una persona cuida su físico, su mente y su espíritu. De lo que se trata es de transmitir una energía positiva que los demás disfruten compartiendo.
El abrazo a medias
Para desarrollar la seducción en el tango hay que saber abrazar. Es un gesto clave para una buena interpretación del baile y por supuesto, para la seducción. El abrazo no se puede dar rápidamente, hay que tomarse su tiempo. Es uno de los pasos más sentidos y bonitos del tango por todo lo que transmiten. Abrazando a alguien podemos hacerle suspirar, saber como se siente o establecer una fuerte conexión con la otra persona. El abrazo a medias ni se siente, ni transmite y por lo tanto, tampoco seduce.
Ausencia de conexión
A veces sucede que una pareja comienza el baile y el juego de la seducción. Ambos se atraen y se desean, pero al iniciar el baile están más atentos a los pasos, al efecto que causan en público, a cómo lucen, etc. De está forma no pueden sumergirse plenamente en la seducción. Si cada uno está pendiente lo suyo, es imposible que se propicie una conexión. Seducir consiste en tratar de conocer al otro y entender lo más profundo de su ser, y así conectar y despertar una atracción.
Querer impresionar
En ocasiones, los bailarines, en su afán por impresionar, cometen ciertos errores. Por ejemplo ignorar los códigos, modificar los pasos para hacer que parezcan más seductores, hablar durante el baile, etc. La autenticidad es importante en la seducción. Cuando alguien necesita modificar una técnica para aparentar ser lo que no es, a la larga se nota. La seducción en el tango es genuina y pasional, hay que sentirla, no fingirla.
Ser impaciente
Es muy común, hoy día, en la vida y en el tango, pretender resultados inmediatos. Y la seducción es un plato que se cocina a fuego lento. Es un juego que se toma su tiempo por que se disfruta.Esto debemos tenerlo en cuenta, si estamos buscando una pareja de baile con la que haya conexión. A veces, esta surge después de haber compartido varios bailes.
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