Los errores más frecuentes al bailar
Hay algunos errores de baile muy habituales cuando se está aprendiendo. Es totalmente normal y no debes agobiarte por ello, pero si somos capaces de identificarlos, podremos corregirlos antes de que se conviertan en hábitos o vicios más difíciles de rectificar después. Estos fallos, en las primeras clases, se deben sobre todo a la inseguridad, o a mantener la concentración en el aspecto equivocado. A medida que se practica y se ensaya, todo fluye mejor, así que ya sabes, si vas a una academia de danza, no te saltes ninguna clase. ¿Cuáles son esos errores frecuentes? Aquí te dejamos una lista.
Fijar la vista en el suelo
Es uno de los errores de baile más frecuentes al principio. Ocurre cuando la persona necesita estar muy concentrada en sus pies. También es común en gente que se siente un poco cohibida y no quiere fijarse en el espejo, en el profesor o en los compañeros de clase. En realidad mirar para el suelo y para los pies cuando se baila no ayuda a realizar mejor los pasos. Para empezar, modifica la postura corporal, ya que el pecho se mantiene hundido y los hombros caídos. Además, se pierden movimientos de cuello y de cabeza, que forman parte de la expresividad corporal. Y por último, no se produce una conexión del bailarín con el exterior, tan fundamental para transmitir.
Bailar con el cuerpo rígido
La vergüenza inicial o la inseguridad puede hacer que nos movamos con el cuerpo tenso y rígido. Hay que entender que el proceso de aprendizaje requiere tiempo, y, por lo tanto, no podemos pretender hacerlo todo perfecto enseguida. Y lo que es más importante: no es necesario bailar perfecto para disfrutar. Los avances llegarán solos y de forma natural, si te relajas y tratas de pasarlo bien, disfrutando de cada progreso, de cada paso que dominas y de cada figura que haces al ritmo de la música.
Mirar al profesor todo el rato
También es muy frecuente mantener la mirada fija en el profesor, incluso aunque el aprendiz se sepa bien la coreografía. Es un error de baile similar al de mirar al suelo, ambos están motivados por la inseguridad y el miedo a olvidarse de los pasos o confundirse en algún momento. Esto, además de afectar a la posición de cuerpo, hace que no se disfrute plenamente del baile. Y como ya hemos apuntado, disfrutar bailado es tan importante (e incluso más) que hacer los pasos correctamente. Por eso es fundamental intentar mirar cada vez menos al espejo o al profesor, así también se desarrolla mejor la autonomía, la capacidad para improvisar y la memoria.
No disociar
Cuando se aprende a bailar hay que entender cómo funciona cada parte del cuerpo. Los movimientos a veces son independientes, es decir, mientras los pies hacen una cosa, los brazos pueden hacer otra. A veces es complicado y hay que practicar por separado, integrar bien los pasos y los ritmos, y después ensayarlo todo junto.
Agobiarse cuando no sale bien
Una cierta dosis de autoexigencia es necesaria para mejorar, avanzar y afrontar nuevos retos. Pero hay que ser realistas y darse tregua cuando un paso o una coreografía se resiste un poco. Con paciencia y repetición todo acaba saliendo, solo hay que entender el movimiento, repetirlo muy despacio y poco a poco ir incrementando el ritmo. El truco es repetir y repetir, y así lo dominarás. Así que no merece la pena que te machaques si no te sale en los primeros intentos.
Estos son algunos de los errores de baile más comunes, que como ves, no son tan graves. Si te ha picado el gusanillo y quieres aprender a bailar, o quieres perfeccionar tu técnica, ponte en contacto con nosotros.